martes, 28 de abril de 2015

Chopin-Nocturno en Mi Bemol mayor

Frederic Chopin (1810-1845): tiene una vida más breve, casi entera dedicada al piano. Polaco, gran concertista, también muy viajero, centra su vida en París. Allí es estimado por un público culto y no muy numeroso. Casi toda su obra es pianística, muy brillante, de contenido melancólico e intimista y de gran forma su medio ideal, ni tampoco domina el arte de componer para la orquesta, como Berlioz o Liszt. Sus tres sonatas para piano o sus dos conciertos para piano y orquesta no añaden gran cosa a la evolución de la formas musicales.
Es en la pequeña forma, de gran libertad formal, de sencilla estructura, donde alcanza la genialidad. La examinaremos más adelante. Pero conviene anotar la frecuente inspiración en el folklore de su país y su aportación a la técnica pianística en dos series de Estudios en los que la técnica se une a una inspiración musical de intensísima expresión.
Nocturno en Mi Bemol mayor op. 9 nº2: esta audición tiene una melodía acompañada, íntima, sin saltos y se repite. Es una pieza compuesta para el piano, hay un compás ternario y tiene un ritmo repetitivo, se usan acordes del romanticismo y una armonía consonante. Se compuso en el siglo XIX en París.

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